A veces creemos que ya no nos importa una persona, que solamente es parte de nuestro pasado y que ahora es una persona más como si fuera un simple conocido. Los reencuentros con estas personas, sean planificados o por casualidad, siempre demuestran si estábamos o no en lo cierto y si esa persona aún nos sigue importando.

A veces suele pasar que creemos que nuestra vida está perfectamente y en el momento en que nos encontramos nos damos cuenta de que nos faltaba algo y que echamos de menos a esa persona más de lo que podríamos haber imaginado.

A veces los sentimientos que ya tuvimos tiempo atrás vuelven a florecer casi al instante, y al mismo tiempo una infinidad de recuerdos tanto buenos como malos, e incluso los malos nos provocan una cierta nostalgia. Las personas más importantes y con las que mantenemos una especie de "conexión" son aquellas que aparecen tanto en los mejores como en los malos momentos de nuestra vida porque tanto los buenos como los malos los habremos vivido juntos. Un ejemplo podría ser un día más divertido de lo normal con esa persona o una de las peores discusiones entre ambos.

A veces nos hacemos nuevas ilusiones pensando que se podrán crear más recuerdos y que será más importante aún si cabe porque nos damos cuenta de que es lo que nos gustaría y en ocasiones sucede, pero a veces sólo se queda en un deseo nuestro y aunque comprobemos que sigue siendo importante para nosotros no será recíproco.

Y esto es lo que pasa cuando se hacen las cosas mal, o no.